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La vigésimo segunda edición del EJIP ha llegado este año a la localidad riojana de Igea con más ganas que nunca, cargada de comunicaciones científicas, además de talleres, salidas a campo y concursos como el de relatos y paleoarte.
Desde sus orígenes, el EJIP se ha centrado en poner a las primeras hornadas de paleontólogos en contacto con colegas de otras universidades para que puedan compartir experiencias, vivencias e investigaciones llevadas a cabo en sus campos de estudio. Por ello, este encuentro se ha convertido en una cita obligada para los jóvenes investigadores de la paleontología, funcionando como una suerte de bautismo de fuego a la hora de exponer sus primeros trabajos.
Desde Paleoymás apoyamos y fomentamos la labor científica que desarrolla el EJIP, y por eso ponemos nuestro granito de arena patrocinando de nuevo dicho encuentro y uno de sus concursos: el I Certamen de Paleo-Relatos (cuál si no con lo que nos gusta a nosotros contar historias de fósiles).
El congreso
El EJIP arrancó con varios talleres sobre los fundamentos de la paleoilustración, la puesta en valor del patrimonio paleontológico y la restauración y conservación de fósiles, entre otros, seguidos por un ice breaker en formato de cata de vinos en una bodega.
Tras un acto inaugural propiamente dicho, celebrado el día 2, se sucedieron diversas ponencias, charlas magistrales y actividades lúdicas durante las siguientes tres jornadas, que culminaron el día 4 con una mesa redonda, un acto de clausura y una cena de gala en la que se hizo entrega de los premios de los concursos. Por último, el viernes se realizó una salida de campo por la mañana, y posteriormente la comida puso punto y final a esta edición del EJIP.
Puedes encontrar el horario y la lista de actividades realizadas aquí.
Reproducción de Baryonyx en La Era del Peladillo.
Los talleres
Los cuatro talleres o workshops celebrados en la primera jornada del congreso tenían como objetivo instruir a los asistentes en distintas disciplinas o materias útiles relacionadas con la formación académica y laboral dentro del ámbito de la paleontología.
Fundamentos en la paleoilustración de vertebrados fue impartido por Adrián Blázquez Riola (Centro de Interpretación Paleontológico de La Rioja) y expuso el ABC de la correcta reconstrucción paleoartística de vertebrados, antes de guiar una práctica tutorizada.
Introducción a la restauración y conservación de fósiles, impartido por Alba Marco Horno (Centro de Interpretación Paleontológico de La Rioja), fue un curso en el que se introdujeron los criterios de intervención de bienes culturales y se incidió en su aplicación en la paleontología, mostrándose pautas básicas de prevención laboral para el trabajo de restauración en el laboratorio.
Morfometría geométrica aplicada a la paleontología fue un taller impartido por Adrián Paramo Blázquez (Centro de Interpretación Paleontológico de La Rioja), en el que se expusieron fundamentos teóricos de la morfometría geométrica, como los landmark, el análisis generalizado de Procrustes y los principales análisis exploratorios o tes de hipótesis ejecutados mediante el software estadístico R.
Por último, Puesta en valor del patrimonio paleontológico fue un taller impartido por Francesc Gascó Lluna (Sociedad Española de Paleontología) en el que se introdujeron los conceptos de valoración y conservación del patrimonio geológico y paleontológico, abordándose ciertos recursos prácticos empleados para la evaluación del potencial científico, educativo y divulgativo de este patrimonio.
Puedes verlos en más detalle aquí.
La salida de campo
Durante la última jornada del EJIP se realizó una salida de campo en la que se viajó al municipio vecino de Igea, Cornago, para visitar el yacimiento Los Cayos y así iniciar un viaje al pasado hace 120 millones de años. Después se acudió al emplazamiento del tronco fósil de Igea, lugar de interés geológico y patrimonial, y posteriormente se visitaron otros dos yacimientos: La Era del Peladillo y Las Navillas, que destacan por la cantidad de huellas de dinosaurio preservadas.
Además de aprender sobre dichas icnitas, se explicaron otros restos fósiles corporales que pueden encontrarse allí y se realizaron actividades de medida de dimensiones, tamaño productor, tipo de marcha y velocidad a través de los ejemplares más excepcionales.
Puedes saber más aquí.
Los concursos
En esta edición del EJIP se celebraron dos concursos: el VI Certamen de Paleoilustración y el I Certamen Paleo-relatos.
El concurso de paleoilustración tenía como objetivo la representación de formas de vida prehistórica teniendo en cuenta ciertos aspectos clave: la rigurosidad científica, las técnicas artísticas utilizadas y la originalidad de la obra. Por otro lado, el concurso de paleo-relatos promovió la literatura creativa y la paleontología como ciencia indispensable para conocer el pasado de la vida en el planeta y su proyección en el futuro. Fue patrocinado por Paleoymás, y sus ganadores han sido:
- Primer premio para Julio Bernad por su relato El hombre que descubrió gusanos gigantes.
- Segundo premio para Jesús Gamarra por su relato Paleo-safari.
¡Felicitaciones a ambos!
Recogida de premios del concurso de relatos del EJIP. Pablo Cabrera y María Gutiérrez recogieron los premios de Julio Bernad y Jesús Gamarra, respectivamente.
Protocolo violeta
Como método preventivo y con el fin de proporcionar un entorno seguro, inclusivo y respetuosos para todos los asistentes del XXII EJIP, se estableció un código de conducta por parte del Comité de No-Discriminación.
Este código, titulado Protocolo violeta de actuación, reconoce la presencia de actos discriminatorios en todos los ámbitos y estratos de la sociedad, así como sus múltiples manifestaciones y la naturalización e invisibilización de algunas de ellas. La naturaleza de dichos actos es variada —basada en valores patriarcales, racistas, xenófobos, homófobos o tránsfobos— pero el protocolo los agrupa para dar respuesta a todos ellos durante la celebración del EJIP.
El Protocolo violeta identifica ciertos actos discriminatorios contra la mujer, el colectivo LGBTIQ+ y las personas racializadas, y establece un sistema de faltas organizado en 3 niveles de gravedad, cuyo último nivel supone la expulsión del congreso. Así, se puso al alcance de todos los asistentes la posibilidad de realizar una queja formal o de hacer una notificación anónima al Comité de No-Discriminación para erradicar cualquier comportamiento indeseado.
Puede leerse el protocolo completo aquí.
Ha sido gratificante volver a reunirse unos pocos días con compañeros y amigos de profesión y ver cómo la familia de la paleontología crece sin parar gracias a las nuevas generaciones de investigadores, que suponen una promesa para el futuro de la comunidad científica.
Desde Paleoymás felicitamos a los organizadores del EJIP y animamos a todos los jóvenes interesados en la paleontología que acudan a su próxima edición.
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